La alianza con China o la realización concreta de un mundo multipolar


La reciente gira del presidente Chávez a China se concluyó con la firma de
varios acuerdos en matera agrícola, de infraestructura, de energía, de hábitat,
de turismo, de deporte, etc…así que la ampliación del fondo económico
China-Venezuela. Este mismo fondo ya se esta utilizando en el país para varios
proyectos. Por ejemplo, el dinero para consolidar las empresas mixtas del plan
« Reimpulso productivo. Alianza estratégica »
proviene de tal fondo.
Para darse cuenta de la importancia que tiene China para Venezuela, basta
con mirar el monto de las relaciones económicas. En 1998, cuando el comandante Chávez
gana las elecciones, el monto del intercambio económico alcanzaba a penas
doscientos millones de dólares. Hoy en día, es decir diez años después, la
cifra supera los ocho miliardos de dólares. Según el presidente Chávez, esta
cifra debería subirse a los doce miliardos de dólares en los años que vienen.
Además de los acuerdos económicos, el presidente anunció también una
cooperación política entre el Partido Comunista de China y el Partido
Socialista Unido de Venezuela para que este se inspire del modelo del partido
chino, y de sus centenares de millones de militantes.
Este vínculo político y económico con la República Popular de China
representa, quizás el paso más grande hacia la soberanía nacional. Este
enganche con el gigante asiático permite también reducir la dependencia que
Venezuela tuvo con Estados-Unidos durante años y que impidió el desarrollo del país
criollo.
Pero además, esta concreción de acuerdos económicos y la ampliación del
fondo China-Venezuela representan una protección contra los excesos del sistema
capitalista estadunidense. En estos tiempos de crisis financiera, la inversión
hecha a través de los acuerdos aleja el país de una perdida brutal de sus
activos como hubiera podido ocurrir si ellos habían sido invertidos masivamente
en el capital especulativo estadunidense.
Al nivel geopolítico, este nexo fuerte entre China y Venezuela, y mas allá
con otros países de la nueva América latina, refuerza las bases de la
construcción de un mundo multipolar, y la cooperación de los países del
Sur. 
Esta alianza destaca la voluntad del gobierno socialista de Venezuela de
continuar armando una política soberana a pesar de las amenazas directas del
imperio estadunidense, que no admite que la política de colonización que tenía
con Venezuela y América Latina pueda ser amenazada.
La próxima elección en Estados Unidos no debería alterar esta relación con
China. Poco importa si MacCain u Obama sea el futuro presidente. Ahora tendrá
que componer con una Venezuela decidida a construir una Nación con nuevos
socios mas respetuoso de su integridad política y de su soberanía.