«Fanny du Villars»: El diario francés Le Monde resucita los muertos para mentir sobre Venezuela

Fanny Louise Troubiand De Villars (1775- 1837) y el Libertador Simon Bolivar (1783-1830)

Desde hace varios años, el diario Le Monde cuenta con los
habituales panfletos antichavistas de sus colaboradores Marie Delcas y Paulo
Paranaguá. La primera es corresponsal del diario para cubrir los
acontecimientos en Venezuela. Pequeño detalle, está basada en Bogotá, es decir,
a 1.400 kilómetros de Caracas. Esto puede parecer bastante extraño. Es difícil
imaginar un corresponsal en España que informa de los últimos acontecimientos
trágicos de Cataluña desde París.
Sin embargo la distancia entre las dos ciudades europeas es más
corta que la que separa las dos capitales latinas. Para remediar la lejanía, la
llamada correspondencia responde más al comentario elogioso de las opiniones de
la oposición a la Revolución bolivariana. Pero esto, el lector del Monde  no lo sabrá.
La segunda persona es un editorialista. Se trata de Paulo
Paranaguá, alias Comandante Saúl, superviviente afortunado de un grupúsculo
trotskista argentino de guerrilla urbana en los años 70 (1). Opuesto
visceralmente a los gobiernos populares de América Latina, el Sr. Paranaguá
confunde, desde hace ya muchos años, propaganda política y periodismo, y
masacra regularmente el concepto de información honesto y equilibrado. Pero
esto, el lector del Monde no lo sabrá.
A estos dos militantes políticos que, al amparo de su tarjeta de
prensa, se hacen eco de los panfletos más odiosos de la extrema derecha
venezolana, se añade ahora un tercer ladrón
Desde hace dos semanas una enviada especial del Monde, «Fanny du
Villars» redacta escritos contra la Revolución Bolivariana con el mayor
deprecio de toda deontología y en clara violación de la Carta de Múnich (al
menos en lo que respecta a los artículos 1,3,6,8,9 relativos a los deberes de
los periodistas). Sin embargo Fanny du Villars sólo existe en Le Monde desde
hace dos semanas, y nunca había escrito antes para este diario, ni para ningún
otro medio.

Articulo de propaganda firmados por Fanny de Villars

Fanny du Villars no es ninguna desconocida en Venezuela.
Nacida en 1775 en Francia, era una prima lejana del Libertador Simón Bolívar,
con la que habría mantenido una relación amorosa y a la que correspondió hasta
el final de su vida. Fanny du Villars murió el 21 de diciembre de 1837, cerca
de Lyon. Menos conocido es el hecho, que hubiera resucitado, y ahora trabajara
para el grupo de comunicación de  los señores Pigasse, Bergé y Niel.
Algunas malas lenguas que no creerán un solo instante a esta
historia de reencarnación se inclinarán más bien a decir que se trata de un
seudónimo. Ahora bien el título «enviada especial» confiere una determinada
legitimidad a los hechos informados por una persona que está in situ, y que
supuestamente nos propone una visión fiel de los acontecimientos. Pero si esta
persona no existe, uno puede preguntarse ¿si hay de verdad un enviado especial
del diario Le Monde en Venezuela? Y en caso afirmativo, ¿por qué entonces
utilizar un seudónimo? Hay, en Caracas, decenas de periodistas extranjeros
trabajando para medios de comunicación o agencias internacionales, y a nuestro
conocimiento, ninguno se oculta detrás de la máscara del anonimato. Lo que nos
lleva a preguntarnos quién está detrás de este seudónimo y sobre todo de dónde
viene la información que Le Monde ofrece a sus lectores.
En efecto, «Fanny du Villars*» ¿es una persona directamente
vinculada a las franjas más radicales de la oposición venezolana y cuya
credibilidad no resistiría al examen de su currículo político? ¿Es un miembro
de la «Resistencia», estos grupos conocidos por haber quemado vivos a
afrovenezolanos porque parecían chavistas? ¿Quién escribe? ¿Quién nos informa?
¿Una periodista que nos informa hechos o una mercenaria de la información,
pagada para tergiversar y mentir sobre la realidad de Venezuela?
Los artículos del espectro Fanny du Villars son tan caricaturales
que uno puede también legítimamente preguntarse si no se trata de trabajos
elaborados por una oficina de diplomacia pública, y que acaban en las páginas
de un diario dispuesto a prestarse al juego de la propaganda.  Un gran clásico que nos remite a las acciones
realizadas por Otto Reich y a la Office of Public Diplomacy for Latin America
and the Caribbean  del gobierno de
USA  en la guerra contra la Nicaragua
sandinista (2).
Se trata, por supuesto, de hipótesis pero una cosa es cierta: los
artículos de  « la enviada especial Fanny
du Villars» no son la obra de un periodista honesto cuyo objetivo es informar a
sus lectores.
El diario Le Monde nuevamente fue pillado con las manos en la masa
de la propaganda de guerra. Con «Fanny du Villars», es nuestro derecho a ser
informados que ha sido pisoteado por el diario de reverencia al poder
dominante.

Notas
(1) Jean Luc Mélenchon es el único hombre
político que ha denunciado el oscuro pasado y el sesgo ideológico de Paulo
Paranaguá, (ver
http://www.jean-luc-melenchon.fr/2012/10/21/retour-de-voyage-dans-la-vie-en-morose/
). Este brasileño estaba con Joe Baxter el líder de la Fracción Roja, una
escisión, patrocinada por la Cuarta Internacional y la LCR francesa, del ERP,
el grupo trotsko-guevarista de guerrilla urbana del cual querían frenar la
«deriva militarista». El grupo fue diezmado por la represión.  Encarcelado antes del golpe de Estado de 1976,
Paranaguá, en vez de «desaparecer»  como
30.000 otras personas, se benefició con un sobreseimiento bajo la dictadura
militar argentina y obtuvo el asilo político en Francia en 1977. Entró en Le
Monde en 2003. Dirigentes históricos de la antigua LCR tomaron su defensa
contra Mélenchon (ver https://blogs.mediapart.fr/edition/les-invites-de-mediapart/article/191116/nous-nacceptons-pas-de-voir-notre-passe-commun-insulte-par-jean-luc-melench
)
2) Ver en el sitio del National Security
Archive de l’Université George Washington: 
http://nsarchive2.gwu.edu/NSAEBB/NSAEBB40/
*Fanny du Villars no aparece en ninguna de las listas de
periodistas de Le Monde. Ningún hipervínculo existe a partir de su nombre bajo
los títulos de los tres artículos publicados bajo este nombre. Además es
evidente que el autor de los artículos que llevan esta firma no habla español.
Dos pruebas:
– Su artículo Venezuela: los jóvenes de la «Resistencia», entre
decepción y radicalización comienzan por esta frase: «Miguel habla inglés con
el acento de Nueva York donde vivió».
– En el artículo Deslizamiento hacia la dictadura en Venezuela:
Caracas, capital de la angustia (que el diario suizo Le Temps, retomando el
artículo, títuló simplemente Caracas, capital de la angustia), ella habla de
los millonarios «bolivarianos» […] haciendo alarde de apodos despectivos–
Boliburguesos (primera generación de los «burgueses bolivarianos » enriquecidos
con Chávez) ». Sin embargo, en español se dice burgueses y no burguesos. [Nota
del editor]
Traducido por María Piedad Ossaba para La Pluma y Tlaxcala, 27 de
agosto de 2017

Editado por Fausto Giudice